Ya os introdujimos qué era necesario para crear tu propio bullet journal (si no queréis leer el post anterior, os lo resumimos rápido: una libreta y un bolígrafo, y parad de contar). Ahora vamos a lo importante: ¿cómo nos ponemos a la faena? Veamos ejemplos prácticos.
¿De qué partes puede/suele estar formado un bullet journal?
Un bullet journal suele estar formado por lo que llamamos módulos o registros, que en inglés podréis ver nombrados como logs.
Algunos registros habituales en muchos bullet journals son:
- Un índice y una clave
- Un registro futuro
- Un registro anual
- Un registro mensual
- Un registro diario
- Alguna colección
No obstante esto no está escrito en piedra y al final siempre gana la regla de siempre: haced lo que os venga bien y lo que creáis que os sirva para organizaros, sin que mantener vuestro bullet journal sea, precisamente, otra tarea más de vuestro registro diario.
En mi caso, por ejemplo, mantengo apenas un registro futuro/anual (combinado), uno mensual cada mes, y un registro diario, y confieso que no lo mantengo todos los días. También tengo una colección: un listado de conciertos a los que he asistido. Y he descubierto que, a mí, esta disposición me sirve.
También os recuerdo que esto no hace falta tenerlo todo pensado a principios de año o cuando empecéis una nueva libreta. Esta disposición podéis irla adaptando según vaya pasando el tiempo y vayáis viendo qué funciona y qué no funciona. Es más, si a una colección o a un registro concreto no le veis sentido o deja de serviros, no lo dudéis y dejad de mantenerlo. Keep it simple.
¿Cómo puedo comenzar?
La forma más sencilla de comenzar es, desde mi punto de vista, con una combinación de registro futuro y registro diario. De este modo podéis ir añadiendo puntos cada día sin problema, añadís los eventos futuros al registro futuro, y cada día os traéis los eventos del registro futuro de ese día al registro diario. El proceso es sencillo y puede ser un buen pinto de partida.
Podéis ver algunos registros futuros o anuales en este artículo del blog que ya publicamos. Soy partidario de combinarlos, pues muchas veces un calendario nos resulta bastante útil para poder planificar con eficacia. No os perdáis tampoco el método Alastair, que es sin duda mi preferido. Y aquí tenéis otra recopilación.
Respecto a registros diarios, hay algunos que resultan realmente detallados y que probablemente sean demasiado, sobre todo con alguien que está empezando a organizarse por escrito de una manera consistente. Os recomiendo esta recopilación de registros diarios, por si buscáis algo de inspiración.
No obstante os voy a hacer el recordatorio de todos los posts: huid del cuquismo si realmente no os apetece hacerlo. No tiene por qué resultar una cosa bonita. Tiene que resultar una cosa práctica y que no resulte una tarea más a realizar todos los días.
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