Una de las principales cosas que buscamos muchos journalers (¿»diaristas» «diarieros»?) es tener un registro de lo que ha pasado cada día para poder recordarlo en un futuro, bien por placer, bien porque nos pueda resultar útil. Pero muchas veces no sabemos qué registrar cada día en nuestro diario, y eso puede terminar resultando frustrante. Por ello quiero proponeros varias ideas de cosas que podéis incorporar a vuestro registro diario.
En realidad no son cosas que sea necesario poner todos los días. Sabemos que una de las ventajas de este método es precisamente su flexibilidad. Y si un día no te apetece hacer algo, no pasa nada, lo puedes hacer al siguiente.
Un acontecimiento memorable
Todos los días nos pasan cosas. Esto es un hecho. Incluso el día más anodino puede tener un momento memorable o que nos haya gustado o impactado especialmente.
Dedicar unas líneas cada día a anotar ese acontecimiento puede ser una forma de darle un titular a tu día y, con el paso del tiempo, poder recordarlo de manera especial.
«Hoy vi un insecto rarísimo por la calle», «han abierto una pastelería nueva a la vuelta de la esquina» o «me he roto una pierna» pueden ser ejemplos de cosas que podamos decir en esta sección.
Algo que agradecer
Esto es parecido a la idea anterior pero es ligeramente distinta. La idea es tener un registro de algo que agradeces, al universo, a tu dios o a quien sea. En la imagen superior ves un ejemplo muy claro de a lo que me refiero.
Haber tenido tiempo para pensar y hacer cosas que te gusten, haber tenido la oportunidad de pasar algo de tiempo con familia o amigos, haber podido comer la comida que te gusta o algo así pueden ser ejemplos. Incluso puedes sacar algo positivo de experiencias negativas.
Si has tenido un día horroroso en el trabajo agradeces que sea fin de semana y puedas descansar unos días; si te has encontrado con una persona que te irrite agradeces que se haya ido. Si tu criatura ha sido especialmente revoltosa puedes dar las gracias de que sea un niño o una niña que se mueva y esté feliz. Yo que sé. Entramos en terreno casi psicológico.
Hay quien prefiere tenerlo separado en su propia libreta, ¿pero qué nos impide ponerlo en nuestro bullet journal si lo tenemos lleno de anotaciones personales?
¿Qué has comido?
Para muchas personas es importante anotar qué ha comido a lo largo de cada día, particularmente aquellas que están inmersas en un proceso que busque modificar su masa corporal. Anotar en tu bullet journal lo que has comido puede ser una forma estupenda de poder ver cómo es tu alimentación y poder ajustar cosas, si es necesario, al día o a la semana siguiente.
No hace falta tomar notas muy detalladas; basta con describir los platos. Algo como “Comida: Arroz con pollo, plátano” es más que suficiente. El objetivo de esto no es contar calorías.
La forma más sencilla de hacer esto es anotarlo en tu daily log, pero no es la única ni mucho menos. Puedes usar tu registro semanal, o incluso puedes dedicar una página específica cada semana para anotar de un vistazo lo que has comido.
Es más, puedes dedicar una página al inicio de tu weekly log a planificar tus comidas y otra a anotar las que has hecho realmente, y ver si has conseguido cumplir tus metas. Eso sí, tienes que anotarlo de forma honesta.
¿Cuánto te has movido?
Puedes tener un registro analógico de tu movimiento diario con un único dato sencillo: el número de pasos que has caminado cada día. Es un número que además te permite realizar una gráfica y observar tu evolución de forma visual.
Ya sé que esto lo puedes comprobar en la aplicación de tu reloj inteligente, pero mucha gente decide no tener una pulsera de este tipo y sin embargo hay podómetros que puedes llevar puestos en la cintura o relojes que cuentan pasos pero que no van conectados a ninguna parte.
Eso sí, para que sea consistente es necesario que lo anotes todos los días.
¿Cómo te has sentido?
En un sentido parecido al de las otras ideas, puedes anotar cómo te has sentido ese día. Una palabra, una nota, una calificación de estrellas de 1 a 5… Lo que más te guste.
De nuevo, esto puedes aprovechar para recopilarlo a final de semana o a final de mes en una gráfica y ver tu evolución y saber cómo te sientes en realidad, si te encuentras mejor o peor que antes… Las posibilidades son casi infinitas. Aunque quizá más que en un valor absoluto o numérico yo intentaría resumir mi estado de ánimo con una palabra.
Palabras como “ilusionado”, “reflexivo”, “pensativo”, “melancólico”, “triste” o “frustrado” dan pie también a escribir unas líneas e intentar desarrollar por qué te sientes así. Esto quizá entra más en el terreno de otro tipo de journaling pero, eh, quiénes somos nosotros para ponerle límites a tu diario.
Si te das cuenta todas las ideas van encaminadas a un momento de reflexión sentado delante de tu diario por la noche, idealmente como parte de tu rutina nocturna. Esto es porque es el momento en el que en realidad yo me encuentro más a gusto para escribir un poco. Pero pensaremos más ideas para un daily log más orientado a la planificación que a la reflexión.
Imagen de Jackeline Brocker (CC-BY 2.0)
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